Escudero y GÓMEZ (2006) describían la formación del profesorado como el desarrollo docente a lo largo de toda la carrera, como uno de los factores más importantes para mejorar el servicio público de la educación y avanzar en las garantías efectivas de este derecho a todas las personas. Atendiendo a esto, el promover políticas y prácticas en esta materia exige interrogarse acerca del modelo de profesorado necesario, los contenidos culturales que han de seleccionarse y las capacidades y compromisos con la profesión que han de desarrollarse. Desde un conjunto de análisis y balances del pasado y el presente a la luz de las valoraciones plurales que aparecen en cada uno de los capítulos, el libro trata cuestiones abiertamente ideológicas e inexcusablemente prácticas, dimensiones teóricas y políticas, así como también institucionales, personales y prácticas. Se analiza la formación vigente y se proponen ciertas claves para pensarla y diseñarla de cara al futuro.
Para conseguir una formación de calidad es necesario adaptar las estructuras, recursos y procedimientos de organización y funcionamiento del Sistema a los avances producidos en el conocimiento educativo y a las transformaciones sociales, económicas y tecnológicas que repercuten en el ámbito educativo y, especialmente, en la actividad docente, propiciando nuevas estrategias de formación que permitan solucionar los desajustes que en todo proyecto se producen con el tiempo.
La Formación Permanente del Profesorado tiene como objetivo promover el desarrollo profesional docente y mejorar la calidad de la práctica educativa.
Si hablamos de calidad educativa y de formar un alumnado competente para la sociedad que le ha tocado vivir solo podremos conseguirlo si contamos con una formación de sus profesionales actualizada y adaptada a los retos del sistema educativo. Los problemas que se le plantea hoy al centro docente son muy diferentes a los que tenía hace algunos años, por tanto, no pueden considerarse como válidas las antiguas prácticas y soluciones para dar respuesta a las nuevas situaciones.
En una sociedad y unas aulas cada vez más plurales y heterogéneas, la respuesta de calidad del sistema educativo pasa por ofrecer respuestas para el éxito educativo a todo el alumnado, atender su diversidad y respetar sus diferencias de género, de procedencia social, étnica y cultural. Pero esta democratización en el acceso a la educación debe ser acompañada por la democratización del éxito educativo con mejoras en los resultados de todo el alumnado, por la bajada de índices de fracaso, absentismo y abandono temprano de la escolarización.
La formación del profesorado ha de experimentar un cambio que garantice el apoyo al docente y a los centros educativos en la asunción de las tareas, funciones y exigencias que se le demandan, que les ayude a enfrentarse a los problemas, para que se replanteen distintos espacios curriculares y organizativos que han permanecido invariables durante mucho tiempo.
Debemos apostar por un modelo de formación que surja del profesorado como motor del cambio, que le considere como profesional reflexivo, investigador de su propia práctica, generador de teorías, que potencie el debate y el trabajo interno para consensuar el cómo hacer entre todos los miembros de la comunidad educativa.
La formación del profesorado, por tanto, debe perseguir como finalidad el logro de una mayor capacitación y competencia profesional como elemento esencial para obtener mejores resultados y conseguir el éxito educativo de todo el alumnado.
Desde Afoe formación te ofrecemos Cursos de formación permanente del profesorado para opositores y cuerpo de funcionario e interino docente de todas las Comunidades Autónomas.
Nuestra propuesta formativa comparte lo expuesto por Díez Gutiérrez (2012) cuando determina que los modelos de Formación del Profesorado deben seguir la secuencia, “práctica-teoría-investigación-acción-reflexión-práctica”, y que deben ocupar a todo el equipo educativo del centro e involucrando a otros agentes socioeducativos.
Los Objetivos que queremos conseguir en la formación derivan en unos contenidos básicos a trabajar, englobados según Jordan, et al. (2004), en tres ámbitos clásicos: conocimientos amplios sobre la realidad, dominio de destrezas didácticas y actitudes interculturales.
La metodología de trabajo está basada en la formación online, en la que se propicia la participación activa, el intercambio de experiencias, los debates internos y la participación en foros como estrategia en crecimiento formativo.
Por lo tanto apostamos por una formación permanente del profesorado como uno de los criterios que definen la calidad de la educación. Donde será importante no solo el aprendizaje de nuevos formatos y contenidos por parte del profesorado sino de lo favorecedor que esto sea para el aprendizaje de nuestro alumnado. El desarrollo de competencias en el alumnado, reclama por parte del profesorado un cambio en su función docente, que necesariamente debe ir unido a una formación permanente basada en competencias, capacidades y aptitudes.