La escena se repite cada año. Salen las listas definitivas de las oposiciones.
Buscas tu nombre. Lo encuentras. Pero ves que alguien con peor nota en el examen te ha adelantado en la lista y se ha llevado la plaza.
¿Cómo demonios es posible?
La respuesta es simple hasta doler: el baremo de méritos.
Esos puntos que tantos opositores ignoran o dejan para “más adelante” son la diferencia entre celebrar con los tuyos o pasarte otro año hincando codos.
Ser profesor es una de las profesiones con más impacto. Dejas huella, formas a las generaciones que vienen.
Y sí, también va de tener un trabajo estable con unas condiciones excelentes.
Pero para llegar ahí, con la vocación no es suficiente.
La pregunta clave no es si se te da bien estudiar. La pregunta es… ¿sabes jugar tus cartas?
El primer paso: ¿cumples los requisitos para opositar a docente?
Antes de pegarte el atracón con el temario, hay que pasar un primer filtro.
Como en cualquier oposición, hay unos requisitos generales que no te puedes saltar. Asegúrate de que los cumples todos.
Requisitos generales:
- Nacionalidad: Tener la nacionalidad española o la de un país miembro de la Unión Europea.
- Edad: Ser mayor de 18 años y no estar en edad de jubilación forzosa.
- Capacidad funcional: No tener ninguna enfermedad o limitación física que te impida dar clase.
- Habilitación: No haber sido apartado del servicio de la Administración Pública por un expediente disciplinario, ni estar inhabilitado para ejercer funciones públicas.
- No ser ya funcionario de carrera del mismo cuerpo al que te presentas.
- Lengua cooficial: Si te presentas en una comunidad autónoma con lengua cooficial (como Cataluña, Galicia, País Vasco, Comunidad Valenciana o Baleares), tienes que demostrar que la dominas.
Este punto es un muro para muchos, pero una ventaja competitiva brutal para los que la controlan.
Tu título y el máster: la llave de acceso a cada cuerpo docente
Vale, pasas el primer corte. Ahora necesitas la llave correcta para entrar al aula que quieres.
Los requisitos académicos cambian dependiendo de si quieres dar clase a niños en primaria, a adolescentes en secundaria o en formación profesional.
Aquí lo tienes desglosado:
Cuerpo de maestros (primaria e infantil)
Si lo tuyo son los más pequeños y sentar las bases de su educación.
- Titulación: Necesitas el Título de Maestro o el Grado correspondiente (Grado en Educación Primaria o Grado en Educación Infantil).
Cuerpo de profesores de enseñanza secundaria (ESO y bachillerato)
Para dar el salto a los institutos y formar a los que mañana irán a la universidad.
- Titulación: Debes tener un título de Doctor, Licenciado, Ingeniero, Arquitecto o el Grado universitario equivalente.
- Formación pedagógica: Es imprescindible tener el Máster Universitario en Formación del Profesorado (el famoso MAES), que sustituyó al antiguo CAP.
Cuerpo de profesores técnicos de formación profesional (FP)
Perfecto si te va más la enseñanza práctica, la que conecta directamente con el mundo laboral.
- Titulación: Se pide una Diplomatura Universitaria, Arquitectura Técnica, Ingeniería Técnica o el Grado correspondiente.
- Formación pedagógica: Igual que en Secundaria, necesitas el Máster en Formación del Profesorado (MAES).
Otros cuerpos docentes
Existen otros cuerpos más específicos como los de Catedráticos y Profesores de Música y Artes Escénicas, Profesores de Artes Plásticas y Diseño o Profesores de Escuelas Oficiales de Idiomas.
Todos ellos piden titulaciones universitarias concretas y, casi siempre, el decisivo Máster en Formación del Profesorado.
El examen y los puntos: entiende las reglas del juego
Ya has pasado lo más duro: años de carrera y un máster. Tienes las llaves.
Pero ahora empieza la competición de verdad, y se divide en dos:
- La fase de oposición: El examen. Pura adrenalina. Aquí te juegas demostrar lo que sabes. Es la parte que se come el 99% de tu energía.
- La fase de concurso: Los méritos. Pura estrategia. Aquí es donde demuestras que sabes anticiparte y jugar bien tus cartas.
Piénsalo como una carrera. El examen es tu velocidad en la pista. Los puntos del baremo son la posición desde la que sales.
Y empezar en primera fila te da una ventaja que puede ser definitiva.

El error que te saca de la lista (y que cometen casi todos)
“Ya me preocuparé de los cursos para los puntos más adelante…”
Esa es la frase que más plazas ha costado en la historia de las oposiciones. Es el autoengaño del principiante.
Significa dejar al azar lo que podrías tener bajo control.
La realidad, sin adornos, es que los plazos de las convocatorias son sagrados y no esperan por nadie. Para cuando quieres reaccionar, ya es tarde.
Dejar los puntos para el final es el error más caro que puedes cometer.
La cruda realidad: miles de opositores para pocas plazas
Seamos honestos: la competencia es salvaje. Cada año, miles de personas con tu misma titulación y tu misma vocación luchan por un puñado de plazas.
La nota de corte es alta y cada décima cuenta.
Y justo por eso, porque la competencia es tan bestia, asegurar los puntos del baremo no es una opción, es una obligación.
Es lo único que te diferencia del resto antes incluso de sentarte a hacer el examen.
¿Cuánto gana un profesor en España? El sueldo por comunidades
No nos engañemos, el sueldo es una de las grandes motivaciones para meterse en una oposición. Un salario estable y más que decente que varía según la Comunidad Autónoma. Aunque haya diferencias, las condiciones son excelentes.
Aquí tienes una estimación de los sueldos brutos mensuales en 2025 para un profesor de secundaria (los de primaria son un poco más bajos):
- País Vasco: 3.019 €
- Canarias: 2.730 € – 3.069 €
- Cantabria: 2.705 €
- Castilla-La Mancha: 2.700 €
- Navarra: 2.692 €
- Asturias: 2.669 €
- Galicia: 2.633 €
- La Rioja: 2.622 €
- Murcia: 2.616 €
- Baleares: 2.707 €
- Comunidad Valenciana: 2.552 €
- Extremadura: 2.545 €
- Castilla y León: 2.542 €
- Cataluña: 2.533 €
- Andalucía: 2.519 €
- Madrid: 2.513 €
- Aragón: 2.462 €
(Los datos para Ceuta y Melilla son más altos por el complemento de residencia)
Juega con ventaja: cómo AFOE te pone por delante
Aquí es donde dejas de ser un opositor más y te conviertes en un competidor serio.
En AFOE no te vendemos un curso y ya. Te damos la estrategia que funciona. Y nos avalan nuestras entidades que los acreditan.
- Cursos que suman, sí o sí: Te damos acceso a un catálogo de cursos 100% homologados y válidos para sumar puntos en tu convocatoria. Sin sorpresas ni letra pequeña. Puntos que cuentan, garantizado.
- Directo al grano: Te guiamos para que rasques la máxima puntuación posible en el apartado de formación. Todo online, a tu bola, sin robarle ni una hora al estudio del temario.
- Más que puntos, herramientas: Cada curso no solo suma. Te da conocimientos útiles sobre innovación, tecnología y pedagogía que te harán mejor profesor cuando consigas la plaza.
Tu plaza empieza aquí. La decisión es tuya.
Llegados a este punto, solo hay dos caminos.
El del opositor que se lo juega todo a la carta del examen, cruzando los dedos para tener un día perfecto y que la suerte le sonría.
Y el del opositor inteligente. El que entiende las reglas y las pone a su favor. El que va construyendo su plaza con estrategia, asegurando cada décima posible antes de la gran batalla.
En AFOE, jugamos en el equipo de los del segundo grupo. El de los que no creen en la suerte, sino en la preparación inteligente.
No dejes que unos puntos decidan tu futuro. Toma el control.
Elige la tranquilidad. Elige la estrategia. Elige AFOE.

